Con la llegada del curso escolar, los niños empiezan a descubrir mundos nuevos. Cuando empiezan a leer y a escribir, es cuando los padres se suelen dar cuenta de ciertas necesidades visuales de los más pequeños de la casa.
Pero…¿Cuantas veces te has preguntado si tu hijo ve bien? Es normal que te hagas esa pregunta, y si sospechas que tu hijo tiene algún problema en la vista, deberías llevarlo, en primer lugar, a una óptica. En una óptica te pueden ayudar con la primera revisión, si bien es cierto, que para hacer una revisión más exhaustiva, el siguiente paso es acudir a un buen oftalmólogo donde podrán hacerle un examen mucho más detallado.
Los niños no suelen quejarse si ven bien o no, sobre todo cuando son muy pequeños. Cuando su problema viene desde el nacimiento, lo que sería “ver mal”, para ellos es ver normal. Por eso, debemos fijarnos en pequeños detalles para saber cuando es el momento de llevar un niño a una óptica.
¿Cómo podemos detectar estos síntomas? Empieza a fijarte en estos detalles y acude a tu óptica de confianza, donde te dirán cual es el siguiente paso y si realmente “tu peque” necesita gafas.
¿Quieres saber cuales son? Estos síntomas te ayudarán a descubrir si tu hijo necesita gafas:
– Escribir con letras muy pequeñas: cuando empiezan a escribir es normal que debido al esfuerzo que requiere, sus letras sean deformes y sean de diversos tamaños, pero si tu hijo escribe con letras minúsculas, suele ser un síntoma que no ve especialmente bien ¡Fíjate bien en su escritura!
– Frotarse mucho los ojos: cuando hacen un esfuerzo para poder definir mejor lo que están viendo suelen frotarse mucho los ojos, es una reacción normal del cuerpo, como si quisieran quitar la “telilla” que les cubre y así poder ver mejor.
– Guiñar los ojos: al igual que al frotarse quieren hacer desaparecer ese “algo” que tienen en los ojos, guiñar es una reacción normal de los niños a los que les cuesta ver algo.
– Acercarse mucho a lo que quiere ver: si viendo la televisión se acerca mucho o leyendo parece que no hay distancia entre la lectura y sus ojos, es posible que tu hijo no vea especialmente bien de cerca. Debemos intentar que la distancia de lectura sea la adecuada para que en el futuro pueda leer cómodamente y no tenga ningun “vicio” por no haber llevado gafas en su momento.
– Dolor de cabeza a última hora del día: si cuando está acabando el día, que durante el mes de septiembre suele ser bastante duro por el comienzo del colegio, las actividades extraescolares, los deberes etc…que estén cansados, es normal, pero si les duele la cabeza con frecuencia, suele derivarse de un problema ocular. El realizar todas las actividades diarias con un sobre-esfuerzo para poder ver bien, suele acarrear dolores de cabeza sistemáticos en los niños.
Estos son los síntomas más frecuentes que nos ayudan a saber si los niños necesitan usar gafas. Es cierto que existen muchos otros, y que hay muchos niños que no sufren ninguno de ellos y a veces las necesitan. Para ello, es interesante que una vez al año acudas a tu óptica de confianza.
En Gran Óptica estamos encantados de recibir a los peques, nos encanta que los niños vengan a visitarnos, y que se sientan a gusto con nosotros. Siempre siendo justos con nuestra profesión, te daremos el informe para que sepas qué necesidades visuales tienen los peques y si no necesitan gafas nos sentiremos muy felices de poder decirtelo.
Si tienes dudas sobre si tus hijos necesitan o no gafas para empezar el curso, ¡Acércate a vernos!